22/1/09

3er. CAPÍTULO. Cómo decirselo

Mi madre aún era muy consciente de lo que le rodeaba; eso y el haber sido una persona instruida, curiosa e inteligente, hicieron que tomara la decisión de hablar del asunto con ella, ya que mi padre no sabía o no podía afrontar aquello a un año de su jubilación.

-Mamá, ¿tu qué crees que te pasa?
-No sé, me olvido de cosas... algo de la cabeza ¿no?
-Bueno, si yo te digo que tienes alzheimer, ¿cómo te sientes?
-Pues, me fastidiaría, pero qué voy a hacer.

Eso fue todo. Desde aquel día mi madre sigue recortando (pese a que su enfermedad ha avanzado bastante) todos los artículos de prensa relacionados con esta enfermedad y los guarda en una carpetilla, esperando a enseñármelos cada vez que me ve.

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