22/1/09

2º CAPÍTULO. BUSCANDO UN MÉDICO Y OTRAS ACTITUDES

Como quiera que la medicación suponía alrededor de 180€ mensuales, mi padre optó por acudir a la medicina pública, no solo para reducir el coste sino también para probar qué tal se comportarían los especialistas ante la enfermedad de mi madre, esperando que su actitud fuera algo más cercana y profesional.

En la primera cita con el neurólogo, este le suspendió la medicación, manifestando que por el momento no era necesaria. Se limitó a mantenerle un antidepresivo y hacerle un test de 5 minutos en presencia nuestra, por ultimo preguntó a mi padre, si ella hacía las tareas del hogar, se aseaba sola, comía sola, paseaba sola, y un largo etc., ante tanta pregunta aparentemente absurda para mi madre, esta no pudo por menos que preguntarme qué era exactamente lo que le pasaba....

El neurólogo nos dio cita para 6 meses después.

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