21/1/09

1ª CAPÍTULO. EL DIAGNÓSTICO.La atención médica.

Cuando comprobé que mi madre tenía perdidas continuadas de memoria, insistí con mi padre en que se realizara algunas pruebas. Al principio acudimos a un hospital público y tras unos análisis de sangre y orina y un encefalograma, concluyeron con que efectivamente tenía cierto deterioro neuronal, pero "nada importante".

Con el tiempo las perdidas pasaron de continuadas a constantes y además importantes, así pues y ante la demora que suponía exigir la prueba específica para el diagnostico de demencias, optamos por acudir a la medicina privada (tampoco creáis que lo pusieron fácil, pues es muy cara pese al dineral que pagan mis padres) el resultado: DTA, demencia tipo Alzheimer.

¿Qué como nos dio tan debastadora noticia el neurólogo?... pues delante de mi madre, movió la cabeza de un lado a otro y dijo: Empezamos con el tratamiento de Remynil y la vemos en un mes.
6 MINUTOS DE CONSULTA, sirvieron para que mi padre y yo saliésemos sin saber a dónde ir, a quién acudir, como afrontarlo, etc.

Las siguientes visitas no fueron mucho más largas, siempre en presencia de la enferma, tres preguntitas (cómo te llamas, dónde vives, dibuja esto y suma aquello) para finalizar con "seguimos con el tratamiento y nos vemos en un mes".

Y nosotros nos preguntamos ¿Esto es todo?

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